Aarón Ibarra.
La Policía Estatal Preventiva de Sinaloa, una de las más debilitadas en el país, será fortalecida con personal castrense preparado para asistir a la población civil, que padece los efectos del enfrentamiento entre bandas del crimen organizado
CULIACÁN, Sin.- Serán 211 militares en activo, capacitados en la Universidad de la Policía, los que se integrarán este año a las filas de la Policía Estatal Preventiva (PEP) de Sinaloa, corporación que enfrenta una crisis de inseguridad desde 2024 por la guerra entre Mayos y Chapitos por el dominio del Cártel de Sinaloa y cuyos efectos colaterales, entre otros, ha sido el asesinato de agentes.
Estos nuevos elementos militares, convertidos en agentes preventivos, se integrarán a una corporación civil cuya fuerza policial es de las más débiles en la República. Hasta 2024 Sinaloa ocupaba el lugar 29 entre las entidades con las tasas más bajas de policías por cada mil habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con 0.5. La media nacional es una tasa de 1.0.
Y según la misma estadística, Sinaloa apenas es superado por Querétaro y Baja California, con una tasa del 0.3 y 0.2 de policías por cada mil habitantes.
De septiembre del año pasado a agosto último, en el estado han asesinado a por lo menos 50 policías de corporaciones locales, de los cuales 35 han ocurrido en este 2025, colocando a la entidad con el mayor índice de homicidios dolosos contra policías locales a nivel nacional, por encima de Guanajuato (28), Michoacán (23) y Guerrero (21).

Entre los crímenes más sonados en contra la corporación figura un ataque armado contra el comandante Nitro, agente de nombre David Cristóbal, abatido a tiros sobre el bulevar Pedro Infante, frente a las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, en Culiacán. El ataque se reportó alrededor de las 14:00 horas del martes 15 de julio.
Número creciente
El anuncio de la incorporación de militares a actividades de campo en la Policía Estatal Preventiva lo dio a conocer el gobernador Rubén Rocha Moya en una de sus conferencias semaneras, en donde aclaró que en un inicio serán 150 militares los habilitados como agentes. Aunque para ese momento ya operaba un escuadrón de efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) uniformado con el color azul de la corporación estatal y a bordo de vehículos tipo Rino, recién adquiridos.

En un inicio 61 militares uniformados como agentes de la PEP operaron en Culiacán bajo el argumento de conducir estos vehículos blindados donados por la Sedena al estado. Esto fue informado por el gobernador el lunes 4 de agosto durante su conferencia semanera.
“Aquí vienen 61 elementos de la policía especializados en manejar estos (vehículos), ellos también entran en nuestra nómina. Ya estaríamos hablando de 211 los que estaríamos incorporando a las filas de la Policía Estatal, entonces vamos caminando. Ojalá que podamos tener otro poquito”, dijo.
El convenio para hacer oficial las actividades de militares con uniforme de policías estatales se dio dos semanas más tarde, el lunes 18 de agosto, entre Rubén Rocha y los secretarios de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, y de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, en una de las visitas del gabinete de Seguridad federal a Culiacán, como parte de las supervisiones de las estrategias frente a la escalada de inseguridad en el estado.
Al respecto, el gobernador insistió también en que no se trata de una militarización de la corporación.
Esta capacitación se realiza en la Universidad de la Policía (Unipol), creada en la administración actual y que antes operaba como el Instituto Estatal de Ciencias Penales. Como escuela para policías, la dependencia ha preparado apenas 546 nuevos policías estatales para Sinaloa de 2022 a 2024, de los cuales 443 forman parte de la PEP y 103 de la de Investigación adscritos a la Fiscalía General del Estado (FGE).
“Ya se están haciendo los reclutamientos; son seis meses de capacitación e inmediatamente van a entrar. Nosotros ya los vamos a contratar como elementos de la policía a los que se van reclutando”, señaló Rocha.

En 2022, primer año como Unipol, esta academia graduó a 262 agentes estatales, entre policías de investigación y estatales, cifra máxima desde su creación. Para los siguientes años se reportaron 123 en 2023 y 161 en 2024.
Y en este año, con casi nueve meses de transcurrido, serán 211 militares más los que se habilitarán como policías estatales. De lo anterior se deduce que casi 39% de los nuevos agentes en Sinaloa desde 2022 son militares.
Sin embargo, de acuerdo con el gobernador, esto no representa una militarización de las fuerzas policiacas civiles: “No hay militarización, no hay militarización, van a ser ciudadanos comunes y corrientes. Van a ayudarnos a capacitar el Ejército, pero no sólo el Ejército, también la Unipol”.
Eficacia en duda
Las corporaciones de policías locales en Sinaloa han mantenido desde hace tiempo perfiles militares en los mandos, como el actual secretario de Seguridad estatal, Óscar Rentería Schazarino, general brigadier desde 2022. Este rango lo obtuvo del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.
En ese entonces operaba como comandante de la 43 zona militar en Apatzingán, Michoacán, y desde el 21 de diciembre del año pasado es titular de la Secretaría de Seguridad Pública en Sinaloa.
Los anteriores secretarios también eran generales militares. Antes de Rentería Schazarino estuvieron Gerardo Mérida Sánchez y Cristóbal Castañeda Camarillo.
En los municipios, los cambios militares comenzaron en Culiacán con el relevo de Sergio Antonio Leyva al frente de la policía municipal. Su lugar fue ocupado por Alejandro Bravo Martínez, propuesta de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para ocupar el cargo.
Sergio Leyva dejó el cargo como titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM) el 3 de junio último, y esto se dio a la par de una controversia entre corporaciones con elementos de la Policía Estatal. De ese hecho resultaron arrestados por la Guardia Nacional y la Policía Estatal siete policías municipales por presuntamente brindar protección a un herido de bala.
Sin embargo, los mandos militares en corporaciones civiles siguen sin reportar resultados positivos en materia de prevención. Como ejemplo más reciente, la noche del 29 de agosto, el Hospital Civil de Culiacán fue blanco de un atentado a tiros por parte de un grupo armado, que asesinó a tres personas e hirió a otras cuatro.
En la zona no había vigilancia alguna, aun cuando el protocolo indica que todo hospital que brinde atención médica a heridos de bala debe reportarlo a la autoridad en seguridad.
Sin proximidad social
El dilema de mantener cuerpos civiles y no militarizarlos no es nuevo. Así lo advierte Miguel Calderón Quevedo, coordinador general del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP).

“Este dilema entre definirse por un perfil militar o por un perfil civil en los mandos de nuestras policías no es un dilema nuevo, es un dilema que lleva décadas, pero en los últimos tiempos nuestro estado siempre se ha inclinado por un mando militar y esto tiene muchos porqués, y uno de éstos ha sido el nivel de honestidad de nuestros mandos civiles contra nuestros mandos militares”, dijo.
La Policía Estatal ha mantenido este tipo de liderazgos, sobre todo por la constante amenaza del narco.
Sin embargo, el dilema había sido siempre sobre mandos policiacos, y ahora militares estarán uniformándose como parte de la base de la corporación estatal, que mantiene un déficit en sus corporaciones locales con una considerable baja en su estado de fuerza policial.
Y ante la crisis de seguridad que Sinaloa vive desde hace un año, el dilema se acentúa, según opina el propio coordinador general del CESP, Miguel Calderón.
Esto hace necesario la presencia militar, no solamente en sus mandos sino también en la operación de calle, en temas que son muy civiles por la proximidad social y que lamentablemente hoy, por diferentes circunstancias, no pueden actuar en plenitud desde este ideal de que sean perfiles ciudadanos versus perfiles militares.
Además, según los datos del INEGI, en Sinaloa el 0% (sí, cero) del personal ejerció labores de proximidad social, tarea que supone cercanía con la ciudadanía. El censo advierte además que casi 50% del personal de seguridad estatal ejerció funciones de prevención y 12.4% trabajos de reacción en intervención inmediata de incidentes.
Los militares que próximamente serán habilitados como agentes de la Policía Estatal Preventiva darán la cara a una guerra que se ha extendido un año entre facciones rivales del crimen organizado y que han causado alrededor de 50 bajas a corporaciones policiales locales en ese lapso, todos asesinados en ataques directos.
Proceso