Reingeniería financiera de la UAS busca mejorar su eficiencia y capacidad para enfrentar desafíos económicos, señala la Tesorera universitaria

La reingeniería financiera que se implementará en la Universidad Autónoma de Sinaloa es un proceso que busca transformar radicalmente la gestión en la institución con el objetivo de mejorar su eficiencia y capacidad para enfrentar desafíos económicos, explicó la titular de la Secretaría de Administración y Finanzas de la Casa Rosalina, doctora Elizabeth Castillo Cabrera.

Durante la reunión de trabajo con directoras y directores de todo el estado encabezada por el Rector, doctor Jesús Madueña Molina, la funcionaria universitaria señaló que de todos es sabido que la Universidad es una institución con déficit desde hace mucho tiempo, situación que la lleva a tener problemas al cierre de cada año y a tener que diseñar estrategias para cumplir con el pago de prestaciones y nómina en diciembre e incluso financiamientos.

“Hemos resuelto sí, pero también nos queda muy claro que es un recurso del que no se puede disponer porque hay que pagarlo, ¿qué hacer ante esta situación? una reingeniería financiera (…) implica una revisión profunda y rediseño de los procesos, políticas y estrategias financieras para lograr mejoras sustanciales”, expresó.

Lo anterior, dijo, implica entre otras cosas un plan que incluye una serie de políticas de austeridad y se espera que la implementación de estas políticas sea clave para reducir o minimizar el déficit financiero que enfrenta la institución.

“Pero además esperamos que también responda a la necesidad de optimización del uso de los recursos humanos, materiales y financieros en un contexto de restricciones presupuestarias y demandas sociales de mayor eficiencia del gasto público; debemos reorientar los esfuerzos hacia las actividades esenciales, priorizando inversión en áreas estratégicas como la formación académica, la investigación y la mejora de la infraestructura”, manifestó.

Castillo Cabrera precisó que la austeridad bien gestionada no sólo contribuirá a la sostenibilidad financiera de la institución, sino que también muestra el compromiso de la Universidad con la racionalización de los recursos en beneficio de sus estudiantes y de la sociedad.


 
Citó que entre las acciones que integran ese plan de austeridad y ahorro y tomando como referencia a las áreas que impactan en el ejercicio del gasto, se propone realizar diagnósticos objetivos para determinar lo que realmente sea necesario en cuanto a mobiliario, equipo tecnológico y aires acondicionados, entre otros, e implementar un programa de mantenimiento preventivo y correctivo para lograr su vida útil.

De igual forma citó la implementación continua del Reto Mejora, cambio de vegetación de alto consumo de agua a bajo consumo, reducir el gasto en viajes de estudio solicitados por las Unidades Académicas donde será prioridad los eventos académicos, deportivos y culturales, reducir al mínimo indispensable los gastos por traslados y viáticos del personal comisionado por la Universidad, entre otros aspectos que incluyen también una disciplina financiera.

“No olvidemos que la austeridad ya no es una opción, sino una obligación”, puntualizó la Secretaria de Administración y Finanzas de la UAS.

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