Antonio Quevedo Susunaga.
El gobierno de Rubén Rocha Moya, desde su inicio, dejó ver lo oscuro de sus entrañas políticas cuando el maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda lo ayudó para que los dirigentes de Morena en lugar de lanzar como candidato a gobernador a Guillermo Benítez, tomó otra opción tomando como base el respaldo del Partido Sinaloense.
Para lograr ser candidato, ese respaldo político solidario Rocha Moya lo obtuvo de Héctor Melesio Cuén durante toda la campaña a gobernador, y fue precisamente el PAS quien vistió los actos de Rocha hasta obtener una votación histórica.
Durante la integración de su equipo, Rocha Moya le ofreció la secretaría de Salud a Héctor; sin embargo, sólo le otorgó la silla de secretario, debido a que todo el personal lo designó él ahora gobernador, esto incomodó a Melesio, quien terminó renunciando.
Y desde este desenlace, le empezó a brotar a Rocha Moya su auténtico espíritu de “político perseguidor” que manifestó siendo rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, cuando empezó a perseguir a David Moreno, entre otros, que lo llevó a salir del país para evitar que lo metieran a la cárcel, acusándolo de malos manejos o corrupción. David ahora es uno de sus brazos derecho.
En este desenlace fue cuando también le brotó el espíritu de “traidor” contra la Universidad Autónoma de Sinaloa y contra el maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda, que lamentable terminó asesinado, en donde El Mayo Zambada, fue “traicionado” y secuestrado, en una reunión de Huerto del Pedregal.
El pasado 25 de julio, en Huertos de Pedregal, arrancó no un problema político, como los legisladores de Morena lo quisieron ver, cuando le brindan su apoyo a Rocha, ese día 25 la traición se hizo con los auténticos poderes de Sinaloa, que siempre han mandado en Sinaloa y que es el Cártel de Sinaloa, que creció con la complacencia de gobernadores y presidentes de la república, entre ellos, Rocha.
El asunto es que la “traición” al Mayo Zambada tuvo una gran connotación, debido a que como todas las traiciones, la respuesta de los hijos del Mayo, es vengar de este agravio a su padre. Y del gobernador Rocha, quedó en medio de esta “gran traición”, que le tiene amenazada su vida y la vida de sus hijos.
El otro gran error que le sumó Rocha, fue el montaje de la gasolinera, en donde la Fiscal de Sinaloa, Sara Bruna, quiso hacer ver que a Héctor Melesio Cuén, lo intentaron asesinar en un asalto para despojarlo de la camioneta, mentira que fue aclarada por la Fiscalía General de la República; sin embargo, lo raro de esto, es que los legisladores de Morena están defendiendo a Rocha, cuando la Fiscalía General de la República no ha concluido las investigaciones y los de Morena lo defienden como si fuera culpable.
El gobernador Rocha Moya, no tiene otra salida, sino abandonar el cargo y refugiarse en otro país para salvar su vida, debido a que en esta guerra de Chapos y Mayos, estos últimos le han cantado la amenaza de muerte.
El problema de Rocha Moya no son los grupos políticos de Sinaloa, no esta Universidad Autónoma de Sinaloa, no es la oposición PRI-PAN, sino la fuerza del grupo de Los Mayos, que son los que han tomado la decisión de cobrar venganza.
La persecución que emprendió Rocha Moya y el ahora senador Enrique Inzunza, en contra de Melesio Cuén y su familia, es realmente una caricatura, comparada con las amenazas de los Mayos, como parte de esta guerra por el Cártel de Sinaloa, que cada día se complica más.
Y quien iba a pensar que el carácter de perseguidor de Rocha, terminaría de –perseguidor a perseguido–, sólo que en este caso no hay comparación con el poder que busca venganza.
En Sinaloa, después del 25 de julio, del secuestro de El Mayo y la muerte de Héctor Melesio Cuén, la población sinaloense empezó a vivir un infierno que golpeará a esta próspera entidad.
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