Antonio Quevedo Susunaga.
Las amenazas en contra del gobernador Rubén Rocha Moya, sus hijos y equipo político, la volvieron a repetir, según los volantes lanzados presuntamente por los Mayos, en donde hacen una serie de advertencias que implica la seguridad del jefe del Ejecutivo Estatal y su familia.
El mismo gobernador en la conferencia hizo referencia a estos mensajes y a una lista de personas que seguramente están en la mira del grupo de los Mayos, quien sigue advirtiendo en el nuevo mensaje que sacarán de Culiacán a Los Chapos.
Es evidente que esta es “una guerra de odios y venganzas”, que están lastimando las heridas de ambos líderes del narco en Sinaloa y que no sabemos cuándo terminará.
El volante que me hicieron llegar es muy claro, es una advertencia para el gobernador Rocha Moya, que los Mayos lo señalan como parte del grupo de Los Chapos y lo dejan en medio de este conflicto de violencia, que tiene rebasado al gobierno estatal de Sinaloa y al mismo gobierno federal.
Los Mayos dicen que no descartan “entrar a Culiacán para poner orden y terminar con los abusos, que presuntamente los Chapos están cometiendo”, como también usan una palabra muy fuerte, “derrocara este gobierno que los apoya”, “piden domicilios de las autoridades estatales” y luego hacen una afirmación “vamos a arrancar el problema de raíz”.
El asunto más delicado son las listas de presuntas personas que serán visitadas en sus domicilios, esto no sabemos si la lista es el Mayo o de los Chapos.
Hay quienes aseguran que en las amenazas enviadas a Rocha Moya, le están pidiendo que se vaya a más tardar este diciembre, habrá que ver si estas amenazas las ha recibido el gobernador.
La cruda realidad es que la violencia ha paralizado todas las actividades económicas, culturales, políticas y académicas de Culiacán, debido a que las familias tienen miedo de estar en el momento equivocado, en algún enfrentamiento.
Por otra parte, la Fiscalía General de la República, deberá detener a todos los que están relacionados con la presunta muerte del maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda, en donde la ex fiscal, Sara Bruna, está anotada en el primer lugar de la lista, al igual que el gobernador Rubén Rocha Moya, que no vemos cómo pueda quedar librado de éstas presuntas acusaciones.
Las autoridades federales no la tienen complicada, sólo comprobar quién le habló al Mayo Zambada y a Héctor Melesio Cuén Ojeda para que acudieran a la reunión y todo indica que pudo haber sido Rocha Moya.
Es evidente que el ejército tiene claro, quienes estuvieron en Huertos del Pedregal, el pasado 25 de julio, el día que secuestraron al Mayo Zambada y desaparecen a sus guardias y asesinan a Héctor Melesio Cuén Ojeda.
El otro dato es porque Sara Bruna, salió a dar a conocer el video, que las autoridades de la Fiscalía General de la República, determinó que es un “montaje”, a quién pretenden proteger diciendo que Héctor Melesio fue asesinado en una gasolinera. Una mentira que embargó a muchos y ofendió a la familia.
La sociedad de Sinaloa tiene puestas sus esperanzas en conocer la realidad de los hechos, en las investigaciones que hace la Fiscalía General de la República, ojalá y no distorsionen los resultados de las averiguaciones.
Los agentes del ministerio públicos y altos funcionarios de la fiscalía estatal, no se salvan de la responsabilidad que tienen.
“Esta guerra del narco” es el peor problema de violencia que haya vivido Sinaloa, porque sabemos cómo empezó, pero no tenemos idea cuándo y cómo terminará.
Las autoridades del ejército, la marina, la Guardia Nacional, obviamente que están aplicando la inteligencia militar para ir en contra de los jefes y sus comandantes, con el fin de evitar más enfrentamientos violentos y riesgos para la población de Sinaloa, que está secuestrada en sus casas.
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